¿Por Qué Refrigeramos Huevos Y Leche Mientras Otros Países No?
La FDA dice que se debe almacenar los huevos y la leche en el refrigerador a 40 grados Fahrenheit o menos.
Sin embargo, probablemente no necesitabas que el gobierno federal te dijera eso. Es simplemente de conocimiento común.
¿Por qué en otros países no se hace?
Es típico en las tiendas de comestibles europeas ver huevos fuera de cajas refrigeradas, a temperatura ambiente. También se pueden encontrar leche y otros productos lácteos en los estantes de las tiendas.
¿Por qué no se echan a perder los huevos y la leche? ¿Y por qué la gente no se enferma cuando los come?
Estados Unidos procesa los huevos de manera diferente que gran parte del resto del mundo. ¿Qué pasa con los huevos antes que lleguen a los estantes de los supermercados? Pues estos se pasteurizan con cáscara. Se sumergen en un baño tibio, que no cocina el huevo, pero sí mata las bacterias de la cáscara. Esto mismo hacen en Japón, Australia y los países escandinavos.
Pero mientras eliminamos las cosas malas, en realidad dejamos los huevos más vulnerables. Puede que las cáscaras de huevo no parezcan porosas, pero lo son. El baño tibio quita a los huevos su capa protectora natural. Dejándolos más vulnerables a la entrada de bacterias, como la salmonella.
Para evitar problemas con las bacterias, refrigeramos nuestros huevos después de procesarlos.
https://playatampa.com/2023/07/18/que-fue-primero-la-gallina-o-el-huevo-ia-te-lo-dice/
¿Qué hacen fuera del país?
Pero fuera de Estados Unidos, la mayoría de los países dejan intacta esa cutícula protectora. También emplean otros métodos para protegerse contra la salmonella. Ejemplo de esto es vacunar a las gallinas y empacar y vender los huevos cerca de donde se ponen. Acortar la cadena de suministro hace que los consumidores lleguen a huevos más frescos, explica Business Insider. Por lo que hay menos preocupaciones de que se echen a perder.
Lo que puede ser aún más difícil de digerir para los consumidores estadounidenses es la idea de dejar la leche a temperatura ambiente durante días, semanas o meses.
Los fabricantes de leche estadounidenses y europeos pasteurizan la leche antes de venderla a los consumidores. Pero en Europa el estándar es la pasteurización UHT o pasteurización a temperatura ultra alta. Eso implica calentar la leche cruda a alrededor de 280 grados Fahrenheit durante unos segundos, matando todas las bacterias.
En EE. UU., normalmente calentamos la leche cruda a una temperatura de alrededor de 160 grados durante 15 segundos. Eso es suficiente para matar bacterias peligrosas como la salmonella y la E. coli. Pero debido a que algunas bacterias pueden sobrevivir a la pasteurización, pueden hacer que la leche se eche a perder si no se refrigera.